Pasando por alto que "se nos pinchó una rueda" y tuvimos que parar para darnos cuenta de que el que conducía no había quitado el freno de mano a 90km/h....el resto del viaje relativamente bien aunque el coche de 7 plazas que alquilamos era bastante estrecho y si a eso le sumamos las maletas....como sardinas en lata.
La primera parada de rigor la hicimos a las afueras de Targu Mures donde nada más aparcar el coche unos 4 o 5 niños con churretes y vestidos a lo mecagüen se nos pegaron como lapas pidiéndonos dinero. Nuestro amigo de Rumania nos contó que hay zonas en las que la mendicidad es un negocio y desde pequeños los ponen a pedir y con eso se mantienen. No les dimos nada porque no nos parecía bien fomentar ese tipo de negocios y a parte porque al lado de los niños veías a los padres limpitos y de punta en blanco con lo que corroboraban que aquello era un pequeño circo para sacarle dinero a los turistas. Esa gente se dedica a pedir, no a robar por lo que no nos sentimos intimidados en ningún
momento.

La siguiente parada fue en Sighisoara, la ciudad natal de Vlad Teppes "El empalador".
La ciudad está construida sobre una colina y lo que más llama la atención es la Torre del Reloj. Aún siendo una ciudad muy pequeña es muy más turística que Cluj-Napoca.
Al lado de la Torre del Reloj está una estatua del busto/cabeza de Vlad Teppes.

Según nos contó nuestro compañero el cementerio de Sighisoara es uno de los que da más miedo del mundo, dicho esto allá que fuimos. El cementerio está situado en el pico más alto de la colina donde solo están el susodicho cementerio, un colegio y una iglesia. Para acceder hasta allí hay que subir por unas largas escaleras cubiertas por una estructura de madera ¡No os asustéis! Merece la pena el esfuerzo.

Al bajar hacía el coche para retomar nuestro viaje pasamos por la Catedral Ortodoxa que está junto al río, muy del estilo de la de Cluj.
Llegamos por fin a Brasov sobre las 6 de la tarde y estaba empezando a anochecer. Brasov es la séptima ciudad más grande de Rumania y algunos dicen que la más bonita, con casi 300 000 habitantes. Está en la región de Transilvania, rodeada por las montañas de los Cárpatos.
Fuimos directamente al apartamento que habíamos alquilado por www.airbnb.es ya que nuestro anfitrión Madalin nos estaba esperando. Podéis ver el apartamento pinchando AQUÍ. El apartamento era un loft completamente de madera con capacidad para unas 8 personas. El casero para solo una noche nos dejó café, toallas para todos, gel, champú, sabanas.......y cosas que ni íbamos a utilizar como flashes de discoteca, minicadena, vasos de chupito....vamos que allí rápidamente te montabas una fiesta sin proponértelo mucho jajajaja. El precio por la noche fue irrisorio (7´5€ o algo así). Había aparcamiento para el coche dentro del recinto.

Brasov se encuentra en las faldas del monte Tampa y desde cualquier punto de la ciudad se puede ver en lo alto del monte un letrero a lo "Hollywood" de Brasov que se ilumina por la noche.
Dimos un paseo por la Plaza Sfatului y por la concurrida calle Republicii donde compramos algunos souvenirs. Después nos acercamos al restaurante que varias personas nos habían recomendado Restaurante Sergiana y reservamos mesa para que mientras tanto nos diese tiempo a dar un paseo.
Andamos callejeando hasta el Bastión de los Tejedores y recomendaría ver esta zona de día ya que de noche no se ve apenas nada.
Es el restaurante que todo el mundo en Brasov recomienda para conocer comida típica de Transilvania. Nos decantamos por este sitio por sus opiniones en tripadvisor donde a parte de muy buenos comentarios también ponía que tardaban mucho en traer la comida, y efectivamente ya fuimos con esa idea y tardaron casi una hora en servirnos y ya estabamos sin apetito.

Mi consejo es que si vais vayáis con la idea de que tenéis que esperar e ir con hambre, pedir algunos platos para compartir en el centro pero con cuidado y por supuesto un chupito de palinka para bajar toda esa comida jaja
La cuenta entre varias rondas de cervezas, chupitos, sopas y comida fue de 520 Lei que son unos 130€ y casa uno salimos a unos 20€. Esa comida en un restaurante asi en España no bajaría de los 50€ por persona.
Llenísimos nos fuimos a dormir para al día siguiente conocer al Conde Drácula y volver a Cluj-Napoca.
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